Acerca del Principio de causalidad
Nada hay más inamovible que el principio de causalidad. Todo efecto siempre tendrá que ir precedido de una causa. Esta parece una cuestión sobre la que pocos se atreven a opinar ya que la doxa –opinión– sólo se ejercita sobre materias que permiten que se manifiesten los diferentes puntos de vista, las idiosincrasias, los aspectos sociales y culturales del conocimiento humano.
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